El botón de encendido en los dispositivos actuales

Hasta hace no mucho, todos los aparatos que nos rodean, ya sean alimentados por baterías o desde la corriente eléctrica, disponían de un botón de encendido con dos posiciones que desconectaba el aparato completamente de la fuente de alimentación. Las únicas excepciones eran los aparatos que siempre debían estar conectados (despertadores, etc.). Algunos de estos lo implementaron de una forma más o menos disimulada en la interfaz (p.e. el temporizador de un horno), pero en otros aparatos, como televisiones, siempre suponía levantarse a pulsar el botón para encenderla.

En el caso de los aparatos alimentados por baterías, estos botones comenzaron a desaparecer antes que en los dispositivos domésticos, siendo sustituidos por un botón que, habitualmente mediante una pulsación larga, encendida o apagaba el dispositivo. Esto permitía ahorrar un botón voluminoso debido al mecanismo de enclavamiento y sólo servía para esta función. Esta forma de encendido tenía un pequeño problema, que no era útil para reiniciar el dispositivo cuando se quedaba bloqueado. Pero tampoco supuso un problema, siempre era accesible abrir la tapa de la batería y quitarla para solucionar el problema.

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Batería integrada (iPhone X).

Sin embargo, cada vez más dispositivos portátiles no permiten extraer la batería, por lo que se añaden algunas soluciones hardware para poder reiniciar el dispositivo si se queda colgado. Estas requieren, además de los componentes adicionales, una serie de consideraciones en el software que controle el dispositivo. Por otro lado, debido al aumento de funciones que realizan los dispositivos, cada vez tiene menos sentido apagarlos completamente cuando no están en uso. Estos periodos de inactividad son aprovechados por los dispositivos para descargar e instalar actualizaciones, u ofrecer funciones adicionales, como las alarmas en un teléfono móvil. En términos de experiencia de uso también suponen una ventaja, ya que reducen fricción en la interacción con el dispositivo; siempre es más probable que se use el dispositivo si siempre está listo para ser utilizado, sin tiempos de inicio ni carga.

En cuanto al desarrollo del dispositivo, supone un mayor cuidado en algunas areas:

  • Topología de alimentación: en general el dispositivo ha de ser mucho más eficiente energéticamente. En el caso de los dispositivos conectados a la red eléctrica, estos suelen estar regidos por regulaciones como la Energy Star estadounidense o su equivalente europeo, que fija unos consumos máximos en los modos de standby. Por otro lado, elementos como las fuentes de alimentación (incluidos cargadores de móviles y similares) tienen especificaciones parecidas.
    En el caso de dispositivos alimentados por baterías, el mayor problema es la duración de la misma cuando no se está usando. Esto lleva al empleo de reguladores conmutados mucho más eficientes, reducción (dinámica o fija) de las tensiones de alimentación, y la desconexión selectiva de partes del dispositivo (como la pantalla o radio). Otros aspectos que no se suelen considerar por ser despreciable su efecto, como el leakage en los condensadores de alimentación o pullups pueden ser significativos en el consumo en los modos de standby.
  • Control de brownout: si no hay la posibilidad de desconectar la batería, cuando esta no pueda proporcionar suficiente energía para que funcione el sistema, causará que no funcione correctamente pudiendo quedar bloqueado. Para ello se suelen implementar supervisores de alimentación que lo apaguen de forma preventiva, a la par que sólo permitan que se encienda cuando haya disponible energía suficiente para que arranque completamente. Esto es muy habitual en dispositivos alimentados por baterías de litio, ya que si se descargan en exceso sufren deterioro, por lo que estos dispositivos suelen impedir encenderlos cuando la batería está cerca de agotarse.
  • Control hardware de botones: dado que no hay botones de apagado, ni suele ser posible desconectar la batería en los dispositivos portátiles, se suelen implementar mecanismos hardware para poder reiniciar el dispositivo si este se cuelga. Para ello se suelen incluir circuitos de supervisión y reset, que permiten conmutar la señal de reset si una señal externa cumple ciertas características (como una pulsación muy larga en un botón).
  • Ship mode: de nuevo, debido a las baterías integradas, el consumo en standby puede suponer que, desde que se fabrica el dispositivo hasta que llega al cliente, se agote la batería completamente. Esto no solo es una “primera experiencia” de uso negativa, sino que puede suponer que la batería se deteriore. Para ello, muchos controladores de alimentación suelen disponer de un modo llamado ship mode que apaga completamente el dispositivo aislandolo de la batería para evitar este consumo. Para salir de este modo basta que el usuario pulse un botón concreto o lo conecte al cargador.
  • Gestión software de los modos de energía: todo el trabajo en el diseño hardware no es útil si la aplicación del dispositivo no gestiona adecuadamente los modos de inactividad, usando las funciones hardware disponibles (escalado dinámico de la tensión, desconexión de periféricos) y reduciendo las tareas innecesarias durante los periodos de inactividad.

Gran parte de las funciones hardware se suelen concentrar en los PMICs (Power Management IC), estos condensan cargadores de baterías, reguladores, y funciones adicionales como la gestión de botones de reset o monitorización de la carga.

Arquitectura del PMIC bq25121.
Arquitectura del PMIC bq25121.

De discos duros externos, economía de escala y conectores

Tradicionalmente los discos duros externos solían consistir en un disco duro de tipo interno junto con una controladora SATA-USB conectada al disco que le provee de conectividad y alimentación. Sin embargo, desde hace unos años, varios fabricantes OEM de discos duros han empezado a ofrecer discos duros externos (típicamente de 2,5″) que prescinden de esta controladora separada.

En su lugar, dado que realizan la fabricación del disco duro, han personalizado la placa controladora que llevan todos los discos duros. En lugar de exponer la señal SATA a través del conector habitual, han colocado en la misma placa el chip conversor SATA a USB, por lo que sólo necesitan el conector USB externo (que típicamente es microUSB, ya sea 2.0 o la versión extendida 3.0). Esto supone para el cliente que el disco es más compacto, ya que las dimensiones exteriores de la caja sólo han de incluir el saliente del conector USB. De cara al fabricante, se produce un ahorro en el BOM, ya que los conectores SATA tienen cierto coste, además de evitar otra placa con su proceso de fabricación, soldadura y testeo. Todo esto hace que, a la escala a la que se fabrican, les salga rentable el desarrollo y validación de la placa.

Sin embargo, los conectores siempre han sido propensos a daños mecánicos, tanto por el uso normal, cómo por caidas, o golpes. En los modelos antiguos, era posible abrir la carcasa y conectar el disco directamente a un PC o a otra controladora SATA a USB para recuperar los datos, o bien colocar el disco en otra carcasa. En cambio, en los modelos que llevan toda la electrónica en la controladora del disco, esto no es posible. En estos casos, quedan menos alternativas posibles:

  • Buscar el fallo en la placa (y tratar de solucionarlo). Salvo que se trate de un conector roto o alguna soldadura saltada, es complicado.
  • Encontrar las líneas SATA entre en el controlador del disco duro y el conversor SATA-USB. Normalmente estas se pueden identificar debido al rutado como par diferencial, y suelen llevar pads de test asociados a los que se puede cablear un conector SATA de datos. En este caso, se ha de buscar la forma de desacoplar el conversor USB, ya sea cortando las pistas o quitando resistencias serie si se hallan presentes.
  • Sustituir la placa controladora. En la mayoría de discos actuales, incluye una memoria flash que configura el funcionamiento del disco. Para que se puedan recuperar los datos, se habrá de sustituir la memoria de la antigua a la de reemplazo.
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Memoria flash de una controladora de disco duro.

Vuelta al cole 2017

Tras el parón vacacional, en el B105 estamos desde hace algunas semanas regresando a la actividad normal.

Durante estas semanas pasadas de vacaciones los planes que hemos hecho los diferentes miembros del grupo han sido muy variopintos. Viajes turísticos por Europa, inmersiones submarinas, planes de playa, montaña, salidas en bici, noches pasadas a la intemperie bajo un manto de estrellas y siempre buena comida son algunos ejemplos. Momentos que ahora recordamos con entusiasmo por haberlos disfrutado y con un poquito de nostalgia también.

En este nuevo curso, y como todos los anteriores, tenemos nuevos retos con los que seguir aprendiendo y creciendo como grupo de investigación. Además cada curso que empieza conseguimos afrontar proyectos en campos en los que la electrónica está cada vez más presente y que son nuevos para nosotros.

Esta componente de “novedad” en nuestra actividad es algo que a todos los que formamos el grupo nos resulta altamente motivadora porque nos obliga a escapar de nuestra zona de confort y mantenernos activos desde un punto de vista de incorporar soluciones creativas.

Nuevos monitores personales para aumentar la seguridad de trabajadores, digitalización en 3D de piezas para la detección automática de imperfecciones, nodos adaptados a las nuevas redes NB-IoT y otros muchos retos individuales y colectivos nos esperan este nuevo curso que se suman a los que ya tenemos. Recordar también la importancia que le damos a nuestra actividad docente así como a la investigadora que realizan nuestros doctorandos con un gran esfuerzo y dedicación.

Tenemos los pies en la tierra y sabemos que el camino hasta el próximo verano será complicado. En este camino, como todas las temporadas, trabajaremos, investigaremos, innovaremos, unas veces nos equivocaremos y otras acertaremos pero siempre tendremos presente cual es nuestro objetivo. Un objetivo que desde los “no jefes” del grupo siempre se nos ha inculcado desde hace muchos años. Y un objetivo que llevamos impreso en las dos caras de nuestra camiseta:

FAILURE IS NOT AN OPTION

 

Estadísticas Futbolín 2012/2013

Estadísticas de juego del futbolín B105 para la Temporada que va desde Septiembre 2012 hasta Agosto 2013

Leyenda:

Los más jugones de la temporada: Gente que prefiere pasar su vida jugando al futbolín en el labo porque no tienen vida social (o eso o es que son unos viciosos…).

Los más killers: Los más peligrosos para jugar contra ellos si las condiciones de contorno no son muy favorables (vamos que si tienes un compañero que es un paquete mejor di que te duele una muela y no juegues).

Los más arrastrados: Esos jugadores que sabes que si te tocan de compañeros tienes muchas posibilidades de limpiar el suelo por solidaridad, o si eres uno de ellos, sabes que algo mal has hecho en la vida que te toca llevar esa cruz.

Índice sangriento: Existe una posibilidad entre nosecuantas de que te haga pasar ese jugador (siempre y cuando no mientan las estadísticas -no te puedes fiar-), es persona recomendable para tenerla de compañero pero no de oponente.

Índice desangrado: Eso no es un compañero, es llevar casi todas las papeletas de la tómbola para que, como poco, pierdas tu partido. Hay que tener ganas (o tener un poco espíritu de mártir) para jugar con ellos, es una forma de hacer penitencia o de no jugar mucho seguido al futbolín.

Resultados: Pues eso, es lo que hay, ni más ni menos. La verdad pura y dura. ¿Se gana más en el Atleti? ¿Se gana más en el Madrid? ¿Está manipulado el terreno de juego? ¿Por qué hay gente que siempre quiere jugar con uno de los equipos en concreto?

Equipos preferidos: Aquí estamos con el tema de los amores, los caprichos o la más absoluta falta de dignidad… O juego siempre contigo porque eres mi amiguito o porque creo que es más difícil pasar y más fácil hacer pasar a alguien. La humanidad en su peor expresión.

Top pesados: Esos partidos que se hacen eternos, que deseas morirte porque estás jugando a más de 30 grados en el labo y tu compañero (o el equipo contrario) no logran dar pie con bola, ni a favor ni en contra, no se mete un gol ni por equivocación… Pero, a veces, se da el caso extraordinario de que todos juegan muy bien y resulta muy entretenido de ver (de jugar no, que es muy cansado).

Introducción a la Impresión 3D. Parte 2: Impresión de modelos (Slicers)

El pasado 7 de Marzo de 2017, nuestros compañeros Rutrilla y Jmartin llevaron a cabo una charla introductoria a la impresión 3D.

El objetivo era doble, por un lado el manejo básico de las impresoras 3D con las que cuenta el laboratorio B105: las Witbox2 de BQ, por otro, el manejo básico de las herramientas de laminado (slicers) para convertir las piezas STL en el gcode que entienden las impresoras 3D.

En el vídeo que os dejamos a continuación podéis encontrar la segunda parte de esta charla, centrada en el la impresión de modelos 3D haciendo usos de slicers o laminadores. Será una introducción al uso y configuración de Cura para generar los fichero .gcode para imprimir modelos.

Si lo deseas puedes continuar leyendo la primera parte de este pequeño curso.